"Dureza" del Antiguo Testamento

            Hay quienes piensan que el Nuevo Testamento es una enseñanza de amor, (lo cual es cierto), pero que el Antiguo Testamento es una enseñanza de dureza y odio (lo cual no es cierto). Los que así piensan son los "doctrineros versiculares", personas que forman o aceptan doctrinas basadas en un solo versículo o un solo pasaje, sin leer el resto de la Biblia.

            Parece que ellos creen que Dios "antes" predicaba la dureza y el odio, y que "después" cambió de opinión y se decidió a hacer el Nuevo Testamento para predicar el amor. A ellos no les dice nada Heb 13:8, sobre la inmutabilidad de la forma de ser de Dios.

            ¿Por qué algunos hermanos opinan que el Antiguo Testamento era una enseñanza de dureza, de falta de misericordia, y hasta de odio? Ellos se basan en Mt 5:38 y 43, donde el Señor menciona frases y refranes que se usaban en aquella cultura, pero que no formaban parte de la ley de Dios. No se les ocurrió ir a leer en el Antiguo Testamento a ver si, efectivamente, lo que ellos interpretaron, era cierto.

       Oísteis que fue dicho a los antiguos: Ojo por ojo, y diente por diente.”                                                                                                           (Mt 5:38)

 

       Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo.”                                                                                                     (Mt 5:43)

            En ningún lugar del Antiguo Testamento se manda a odiar a los enemigos. Ya tengo callos en los oídos de oír hablar sandeces respecto a la dureza y la crueldad del Antiguo Testamento, en comparación al amor del Nuevo Testamento. El que no conozca la Biblia y escuche estas sandeces llegará a la conclusión de que el Nuevo Testamento fue escrito por Dios y sus enviados; pero que el Antiguo Testamento fue escrito por Satanás y sus secuaces.

            No comprenden estos parlanchines, que tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento son palabra de Dios; que el uno no puede contradecir al otro, porque Dios no se contradice a Sí mismo, ni cambia de convicciones. El Antiguo y el Nuevo Testamento no se contradicen, sino que se complementan; son dos partes cronológicamente distantes, de una misma unidad. Fíjense en que el Señor no dice que Dios mandó, o que Dios dijo, sino que les dice que fue dicho”, a secas.

            Eso de "ojo por ojo" era una norma para los jueces, no un mandato para el ciudadano común. En los siguientes pasajes se ve bien claramente que ojo por ojo no era un permiso para ejecutar venganzas personales. No fue dicho para que cada persona tuviera justificación para dar rienda suelta a su odio o afán de venganza; sino que se le dio a los jueces como regla normativa de juicio, para saber cómo hacer justicia cuando no hubiera una ley escrita sobre el asunto.

            Lo que pasa es que el pueblo torció el propósito original de esa ley para adaptarla a sus concupiscencias vengativas y sus odios personales. Como siempre ocurre, (aún con el cristianismo), la fuerza de la tradición se sobrepuso a la fuerza de la ley de Dios, como es el caso de la adoración de santos y vírgenes. Veamos algunos pasajes que contienen la frase ojo por ojo”, y veremos que se refería solamente a los jueces.

       22 Si algunos riñeren, e hiriesen a mujer preñada, y ésta abortare, pero sin haber muerte, será penado conforme a lo que le impusiere el marido de la mujer y juzgaren los árbitros. 23 Mas si hubiere muerte, entonces pagarás vida por vida, 24 ojo por ojo,  diente por diente,  mano por mano,  pie por pie,  25 quemadura por quemadura,  herida por herida,  golpe por golpe. (Ex 21:22-25)

            Como pudimos ver en el versículo 22, eso de ojo por ojo, etc., se le decía a los árbitros, es decir a los jueces. En Lev 24:17-20 se aclara aún más el hecho de que la ley dada en el pasaje leído, era una guía para los jueces. Otro tanto se ve en Dt 19:18-21, donde al juzgar al testigo falso se legisla que se le haga a él como él pensaba hacer al otro, es decir, otra vez el ojo por ojo, pero para los jueces.

       17 Asimismo el hombre que hiere de muerte a cualquiera persona, que sufra la muerte. 18 Y el que hiere a algún animal ha de restituirlo: animal por animal. 19 Y el que causare lesión en su prójimo, según hizo, así le sea hecho: 20 rotura por rotura, ojo por ojo, diente por diente; según la lesión que habrá hecho a otro, tal se hará a él.”                                                                          (Lv 24:17-20)

 

       18 Y los jueces inquirirán bien, y si pareciere ser aquél testigo falso, que testificó falsamente contra su hermano, 19 haréis a él como él pensó hacer a su hermano; y quitarás el mal de en medio de ti. 20 Y los que quedaren oirán, y temerán, y no volverán más a hacer una mala cosa como ésta, en medio de ti. 21 Y no perdonará tu ojo: vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie.”                                                         (Dt 19:18-21)

            Otra prueba de que aquello de "ojo por ojo" que aparece en Mt 5:38 era una corrupción de este mandamiento que tratamos, y no una aplicación de él, es el hecho de que en Ex 23:4-5 y Lev 19:17-18 se da muy diferente doctrina para tratar a los enemigos. Lo que allí se enseña dista mucho de la corrupción de esta norma judicial, que Jesús les echó en cara en Mt 5:38.

       4 Si encontrares el buey de tu enemigo o su asno extraviado, vuelve a llevárselo. 5 Si vieres el asno del que te aborrece caído debajo de su carga, ¿le dejarás entonces desamparado? Sin falta ayudarás con él a levantarlo.”                                                                                                                       ( Ex 23:4-5 )

       17 No aborrecerás a tu hermano en tu corazón, ingenuamente reprenderás a tu prójimo, y no consentirás sobre él pecado. 18 No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, mas amarás a tu prójimo como a ti mismo: Yo Jehová.                                                                                    (Lev 19:17-18)

            Hay cristianos que por leer solamente el Nuevo Testamento, (si es que lo leen completo), creen que el perdón y el amor se inventó por primera vez en el Nuevo Testamento. En estos pasajes recién leídos vimos cómo desde siempre, Dios mandaba a amar a los que nos aborrecían y a los que eran enemigos nuestros. Esto contradice la charlatanería de los que dicen que el antiguo pacto era de rencor, de dureza y de venganza, en contraposición con el nuevo pacto, que ahora es de amor, de perdón, de suavidad. Hablan como si Dios fuera antes de una manera, y ahora hubiera cambiado de forma de ser, y fuera de otra manera opuesta a la primera. O como si Dios Padre fuera duro, vengativo, rencoroso, y Jesucristo fuera lo contrario, blando, perdonador y amoroso. Son blasfemias y disparates motivados por la ignorancia que de la Biblia poseen algunos, que sólo se ocupan de sentar donantes en los bancos de su iglesia.

            A los doctrineros versiculares no les dice nada Ex 23:4-5 donde se predica el amor a los enemigos. No; ellos sólo saben fijarse, pueden fijarse, quieren fijarse o fueron enseñados a fijarse en Mt 5:38 y 43, adoptando de allí una idea distorsionada, de lo que es el Antiguo Testamento. No tienen discernimiento ni independencia intelectual para, por cuenta propia, analizar el resto de la Biblia. Ellos ya hicieron su gran doctrina basados en solamente dos pequeños versículos.

            Ahora tienen una "doctrina versicular" para poderla predicar. Y parodiando al poeta podemos decir: si alguno le contradice, se revuelve, se demuda, y con la voz campanuda profiere: la Biblia dice....¡qué ha de decir infelice! ¿Cuándo la Biblia has leído o cuándo la has conocido?”

            Como vemos, es una necedad de marca mayor, y es además, un insulto, el decir que Dios antes predicaba la dureza, la inmisericordia, y hasta el odio, y que ahora predica el amor. Veamos otros pasajes del Antiguo Testamento donde se predica el amor.

15 No entregarás a su señor el siervo que se huyere a ti de su amo. 16 More contigo, en medio de ti, en el lugar que escogiere en alguna de tus ciudades, donde bien le estuviere; no le harás fuerza.” (Dt 23:15-16)

            En el pasaje anterior vemos establecido el derecho de asilo. El hombre que huye de otro, o de una institución, por cuestiones no delictivas, debe obtener nuestra acogida y amparo. No sólo eso, sino que se ordena que se le trate con el mismo respeto y los derechos de un nativo, así como con caridad.

       21 Y al extranjero no engañarás, ni angustiarás, porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto. 22 A ninguna viuda ni huérfano afligiréis                                                                                                              (Ex 22:21-22)

 

       Y no angustiarás al extranjero, pues vosotros sabéis cómo se halla el alma del extranjero, ya que extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto.”          (Ex 23:9)

 

       32 Delante de las canas te levantarás, y honrarás el rostro del anciano, y de tu Dios tendrás temor: Yo Jehová. 33 Y cuando el extranjero morare contigo en vuestra tierra, no le oprimiréis. 34 Como a un natural de vosotros tendréis al extranjero que peregrinare entre vosotros; y ámalo como a ti mismo; porque peregrinos fuisteis en la tierra de Egipto; Yo Jehová vuestro Dios.”                                                                                                                           (Lv 19:32-34)

 

       Y cuando segareis la mies de vuestra tierra, no acabarás de segar el rincón de tu haza, ni espigarás tu siega; para el pobre, y para el extranjero la dejarás: Yo Jehová vuestro Dios.”                                                        (Lv 23:22)

 

       Mas el sábado de la tierra os será para comer a ti, y a tu siervo, y a tu sierva, y a tu criado, y a tu extranjero que morare contigo”         (Lv 25:6)

 

       18 Que hace justicia al huérfano y a la viuda; que ama también al extranjero dándole pan y vestido. 19 Amaréis pues al extranjero; porque extranjeros fuisteis vosotros en tierra de Egipto.”                                       (Dt 10:18-19)

            Una vez leídos los anteriores pasajes, yo me pregunto ¿cuántos de los que creen que el Antiguo Testamento era duro y cruel practican la caridad que en él se establece? ¿Cuántos de los que hablan tantas idioteces sobre la crueldad de la ley de Dios hacen lo que esa cruel ley de Moisés manda que se haga? ¿Cuántos apartan de su negocio o de sus ganancias una cantidad substancial para los huérfanos, viudas y pobres en general? ¿Cuántos de ellos respetan a los ancianos levantándose delante de las canas, como establece la ley de Dios que ellos consideran cruel”? ¿Cuántos ayudan a los extranjeros necesitados, como enseña que se haga la cruel y dura ley mosaica?

            En el Antiguo Testamento, el diezmo de cada tres años, se usaba íntegramente para obras de caridad en favor de los huérfanos, en favor de las viudas, en favor de los extranjeros, y en favor de los levitas, que no tenían de qué sostenerse, sobre todo los que vivían en las ciudades del interior, según se ve en Dt 14:28-29. Así se administraban los diezmos, de acuerdo con la ley que lo estableció. Otro tanto nos dice Dt 26:12-13. Veamos.

       22 Indispensablemente diezmarás todo el producto de tu simiente, que rindiere el campo cada un año. 23 Y comerás delante de Jehová tu Dios en el lugar que él escogiere para hacer habitar allí su nombre, el diezmo de tu grano, de tu vino, y de tu aceite, y los primerizos de tus manadas, y de tus ganados, para que aprendas a temer a Jehová tu Dios todos los días... 28 Al cabo de cada tres años sacarás todo el diezmo de tus productos de aquel año, y lo guardarás en tus ciudades. 29 Y vendrá el levita, que no tiene parte ni heredad contigo, y el extranjero, y el huérfano, y la viuda, que hubiere en tus poblaciones, y comerán y serán saciados; para que Jehová tu Dios te bendiga en toda obra de tus manos que hicieres.”                                                                                           ( Dt 14:23-29 abreviado )

 

       12 Cuando hubieres acabado de diezmar todo el diezmo de tus frutos en el año tercero, el año del diezmo, darás también al levita,  al extranjero,  al huérfano  y  a la viuda; y comerán en tus villas, y se saciarán. 13 Y dirás delante de Jehová tu Dios: Yo he sacado lo consagrado de mi casa, y también lo he dado al levita, y al extranjero, y al huérfano, y a la viuda, conforme a todos tus mandamientos que me ordenaste, no he traspasado tus mandamientos, ni me he olvidado de ellos.”                                                                                                  (Dt 26:12-13)

            Como vemos el sistema religioso del Antiguo Testamento, era altamente caritativo. Daba el 33 % (un tercio) de los beneficios que se recibían de los creyentes, para obras de caridad; es decir, el 33% del presupuesto de la organización religiosa del Antiguo Testamento, se dedicaba a caridad, al amor al prójimo. Por eso duele la necia acusación de muchos que, por charlar sin control y sin pensar, se ponen a decir frases estereotipadas tales como: El Antiguo Testamento es la Escritura de la dureza, el Nuevo Testamento es la Escritura del amor”; bajo la ley todo era crueldad, bajo la gracia hay amor”, bla, bla, bla...

            Yo desearía saber si en las sectas u organizaciones religiosas a las que pertenecen tales parlanchines, se imita esta amorosa ley del Antiguo Testamento. Bajo la ley”, bajo el ojo por ojo”, bajo la dureza”, se destinaba el 33% del dinero que manejaba la religión, para obras de caridad. Mi pregunta es: y ahora, bajo la gracia”, bajo la ley del amor”, en organizaciones donde prima la divisa de misericordia quiero y no sacrificio”, etc., ¿qué porcentaje de los ingresos netos se dedican directamente a caridad, o sea, al amor? ¡Aquel cuya secta tenga destinado el 33%  o más de sus entradas para caridad, que tire su piedra el primero!

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